martes, 18 de marzo de 2014

La escultura barroca española

La escultura barroca en España es, esencialmente, religiosa. Son imágenes de estética recargada que representan el sufrimiento, el dolor.
Hay varios focos:
  • En la primera mitad del siglo XVII destaca Castilla.
  • En la segunda mitad del siglo XVII  el centro el Andalucía.
  • En el Barroco pleno, a finales del siglo, es un periodo de máxima expresión y movimiento con dos focos: Andalucía y Levante.
Casi todas las eculturas son imágenes, retablos y pasos procesionales que narran escenas de la Pasión de Cristo.
La Iglesia es el principal cliente, pero también las encargan las Cofradías y los gremios.
Están hechas de madera policromada. Para los ropajes seaplica la técnica del estofado. Esta técnica consiste en cubrir la madera con pan de oro antes de pintarlo y así se consigue gran luminosidad.
En la primera mitad del XVII las obras se caracterizan por la sencillez expresiva y la continuidad con las formas del Racacimiento. A partir de la segunda mitad del XVII llegan a España procedentes de Italia la teatralidad y el dinamismo de la escultura.

LA ESCULTURA CASTELLANA.


Se desarrolla en la primera mitad del XVII. Es profundamente realista y dramática, hasta el punto de conseguir representar el dolor con figuras desgarradas que conmueven al espectador.
La gran figura de la escuela castellana es Gregorio Fernández (1.576-1.636), gallego que se trasladó a Valladolid en 1.605. Creó retablos, imágenes sueltas y pasos procesionales para las cofradías vallisoletanas.
 Este es su "Bautismo de Cristo". En esta obra se aprecia el posible influjo de Pompeyo Leoni, de quién tomó la elegancia de sus figuras. Es una obra de gran realismo y sobriedad. El modelado es correcto y expresivo. La madera policroma marca los pliegues angulosos. En los ropajes se ha utilizado la técnica del estofado.  Se aprecia su modelado característico del pelo, formado por rizos o mechones como si estuvieron mojados.






Gregorio Fernánez prefiere las imágenes aisladas de altar. En esta "Santa Teresa" destaca la pluma estática en espera de la comunicación divina.

Destacan también sus numerosos Cristos como este "Cristo de la columna" de la iglesia de la  Cruz de Valladolid. Sus figuras de Cristo son siempre esbeltas, de armoniosas proporciones y de una cuidada anoatomía.  Son muy típicos sus rostros alargados enmarcados por cabellos ondulantes y abundantes y que caen en mechones como si estuvieran húmedos, dejando bucles en la frente.
La barba es rizada y se abre en dos puntas.

Este otro es su "Cristo Yacente" sobre un lecho en el que apoya la cabeza. Está totalmente pálido y con sangre abundante en llagas.


LA ESCUELA ANDALUZA.


Es más sosegada y serena que la castellana. Busca la belleza antes que el dramatismo.
Esta escuela tiene dos focos principales: Sevilla y Granada.
En Sevilla  destaca Juan Martínez Montañés (1.568-1.669). Se formó con las obras de escultores manieristas de la última etapa del Renacimiento. Todo ese orden y equilibrio de sus obras, en contraste con la expresividad trágica de Gregorio Fernández.
 Este "San Cristóbal" pertenece a su periodo de formación (1.589-1.605). Está pensada con un sentido procesional. El plegado de los paños, como si estuvieran húmedos y los rizados cabellos, típicos de Montañés, están realizados con cierto sentido pictórico. Está presente la influencia de maestros andaluces anteriores como Jerónimo Hernández, por la acentuación de la musculatura.



Este es su "Cristo de la Clemencia". No es un Cristo muerto, está mirando al que reza a sus pies. Tiene las piernas cruzadas y sujetas con dos clavos, conforme a la visión de Santa Brígida.
La cara es de una serenidad admirable, plenamente clásica e invita a al diálogo con el Señor.









Este es "Santo Domingo de Guzmán". Es parte de un retablo, hoy desaparecido. El santo aparece arrodillado y con el torso desnudo, dispuesto a flagelarse. El ropaje y el desnudo están tratados con gran perfección, como corresponde a una de sus mejores obras.










A partir de 1.630 inicia un periodo barroco. De su taller salieron grandes maestros como Juan de Mesa o Alonso Cano que, con su barroquismo, influyen en su maestro.  De este periodo es su Inmaculada, una de las obras más lograda de la escultura española del XVII. Su mirada es baja, con los ojos entornados. Presenta un largo cuello y el rostro ovalado u moreno. Las manos, desviadas del centro y el rostro vuelto hacia la derecha, rompen la frontalidad y ponen una nota de movimiento a su figura.








"San Bruno" es una austera efigie. Se acerca al realismo, olvidando los convencionalismos del clasicismo anterior.

Discípulos suyos son Juan de Mesa, autor del Jesús del Gran Poder,  y Alonso Cano.










Alonso Cano (1.601-1.667). Pintor y escultor.  En 1.638 se maarchó a Madrid y más tarde, en 1.652, volvió a su ciudad natal, Granada, en la que realizó su obra escultórica más importantes. És el impulsor de la escuela granadina.
Esta es su "Virgen de la Oliva", fechada hacia 1.629. Es una obra de juventud que preside el retablo para la iglesia de la Virgen de la Oliva en Lebrija (Sevilla). El contrato se lo dieron al padre del autor, Miguel Cano, que se lo cedió a su hijo.  La figura de la Virgen es muy vertical.  Se distinguen de las de Montañés porque recoge las vestiduras en la parte baja, con lo que la imagen, con su silueta de pirámide invertida o de estípite, parece apuntar hacia los pies y separarse del suelo.




En la catedral de Granada se encuentra esta "Cabeza de San Pablo".
Es una obra de tono herioco y grandiosidad miguelangelesca, si bien el rostro con largos cabellos y barbas hace pensar en el realismo de Donatello.









Este "San Juan de Dios" destaca por el penetrante realismo. Procede de una imagen de vestir. Sus enérgicas facciones se pueden equiparar a las del retrato romano.












Pedro de Mena (1.628-1.688) fue el principal discípulo y colaborador de Alonso Cano. Fue autor de numerosos bustos de Dolorosas y Ecce Hommos, a veces emparejados.

  






Esta es su "Virgen de Belén". A veces la Virgen muestra acitudes silenciosas y contenidas, mientras que en otras aparece más dramática y teatral, con lágrimas de cristal que acentúan el dolor.

Pedro de Mena alcanzó gran fama por sus imágenes de ascetas, muy naturalistas y de acentuada expresividad.

Este "San Francisco de Asís" está en la catedral de Toledo.



Su obra más destacada es "La Magdalena penitente". Es una imagen más humana pero dotada de un arrebato de fervor místico. En esta imagen sigue la tradición castellana: la Santa aparece con el cuerpo envuelto en un traje tejido de paalma, sueltos los cabellos sobre el demacrado rostro que contempla arrebatado el crucificado que sostiene en la mano.
Es uno de los mejores ejemplos de ascetismo de la escultura española.

EL PLENO BARROCO.
En la segunda mitad del siglos XVII la inlfuencia de Bernini llega a España y las adquieren más movimiento y expresión. Los principales centros escultóricos son el Levante y Andalucía.
La figura principal del pleno barroco andaluz es Pedro Roldán (1.624-1.699). La mayor parte de sus obras las hizo en Sevilla, destcando el grupo del Santo Entierro.




Su hija, Luisa Roldán (1.652-1.706), conocida como La Roldana,  siguió los pasos de su padre y trabajó en su taller hasta  su matrimonio en 1.657.
Se trasladó a Madrid y fue escultora de los reyes Carlos II y Felipe V.
Es una de las figuras más importantes en España.
Este es su "San Ginés de la Jara".
Sus esculturas son más dinámica y expresivas.
Este es su San Miguel del Monasterio de El Escorial





















En Levante la figura más importante fue, sin duda, Francisco Salzillo (1.708-1.783) .Nació en Murcia. Su padre era napolitano y también escultor. Sus obras están llenas de naturalismo, gracia y dulzura. En su época tuvo una gran popularidad. Lo más significativo de su producción son los pasos procesionales.
Fue casi autodidacta, pues ingresó de joven como novicio en el convento de los dominicos, pero a la muerte de su padre tuvo que abandonar la vida religiosa, si bien su vocación hizo que todas sus obras aparezcan revestidas de un espíritu de gran religiosidad.
Esta es su "Oración del huerto".


Este es "El Prendimiento", también conocido como el beso de Judas.  La ejecución de la anatomía y de la tensión del brazo del apóstol es un alarde de técnica y manejo de la gubia.



Este es un "San Jerónimo". Es una escultura para un retablo y altar. La composición es formidable, al igual que el modelado, con un escrupuloso estudio anatómico; la expresión entre mortificada y dichosa, está prodigamente lograda.

También hizo numerosas figuritas de Belén.

No hay comentarios: