viernes, 28 de marzo de 2014

La arquitectura del siglo XIX.

El siglo XIX es el siglo de las revoluciones: la Industrial, la Francesa, las burguesas...
También es el siglo de los nacionalismos y de unificaciones, como la de Italia y Alemania.
La arquitectura de este siglo viene marcada por dos líneas que van a definir toda la labor arquitectónica:
  • La arquitectura-arte, que busca el camino de las formas.
  • La arquitectura-ingeniería, que se guía por la técnica.
También hay arquitectos que van a participar de las dos opciones. Así el historicista Viollet-Le-Duc y el ingeniero Eiffel o Labrouste.

LA ARQUITECTURA HISTORICISTA.

La arquitectura del siglo XIX retoma los estilos anteriores, especialmente el gótico, pero dándoles nueva formas y adaptándolos a las nuevas necesidades. Así se vuelven a poner de moda el arte egipcio por Napoleón, el neoindio, el neogriego, el neogótico...
Este último se convierte, a partir de la década de 1.830 en la alternativa al neoclasicismo, aunque sin reemplazarlo, ambas tendencias conviven a lo largo del siglo.
Sus principales teóricos fueron John Ruskin (1.819-1.900) y Eugene Viollet-Le-Duc (1.814-1.879). Ambos autores, contrarios a la alteración del paisaje y de la vida humana por la industrialización, proponen una arquitectura racionalista (=funcional) que satisfaga las necesidades de la época.
Así, en los principales edificios europeos de imitará el estilo gótico. En Inglaterra se restaura y amplia edificios como el castillo Windsor. Se construyó el Parlamento británico, obra de Charles Barry y Auguste Pugin

En Francia Viollet-Le-Duc va a restaurar las catedrales de Notre Dame, de Reims y de Chartres.
En Alemania se terminan los trabajos de la catedral de Colonia, iniciados en el siglo XIII. Se levantaron muchos edificios con agujas caladas.

Existieron otras corrientes historicistas, como este Pabellón Real de Brigthon de John Nash .

De estilo neobarroco es el Palacio de Justicia de Bruselas, obra de Poelaert.


En España el estilo que triunfa es el neomudéjar de la Plaza de Toros de las Ventas, obra de José Espelius.

De estilo neoplateresco tenemos en Banco de España de Eduardo Adaro.




LA ARQUITECTURA DEL HIERRO.

La Revolución Industrial supuso la llegada de nuevos materiales como el hierro, el hormigón armado, el cristal y, en la segunda mitad del siglo XIX, el acero.
El desarrollo de la arquitectura del hierro se vio relacionado con las nuevas necesidades (vías férreas, puentes, estaciones, fábricas, bibliotecas, mercados, hospitales...). Son edificios que tenían que construirse rápido y a bajo coste.

Entre 1.777 y 1.779 se construyó el primer puente que utilizaba hierro fundido. Lo hicieron Abraham Darby y Thomas Pritchard sobre el río Seven en Coalbrookdale, en Inglaterra. Los siguientes puentes que se van a hacer en Europa van a a tener a éste como modelo.

Más tarde el hierro se utilizó para las construcciones ferroviarias, como la de Saint Lazare, en París, obra de Henry Labrouste o la de Paddington, en Londres, obra del ingeniero  I. K. Brunel.


En la segunda mitad del siglo XIX se utilizará el cristal, el hierro y el hormigón armado. Este último es más barato que el hierro, se puede fabricar en moldes y no tiene los problemas de dilatación que tiene el hierro. Se utilizó en edificios públicos como mercados, museos, bibliotecas.
Un ejemplo es la Biblioteca de Santa Genoveva en París, obra de Henry Labrouste. Por fuera es es un edificio neorrenacentista. El interior es una sala de lectura con arcos y columnas altas.


La obra maestra de Labrouste es la Sala de Lectura de la Biblioteca Nacional de París.


Entre los mercados destaca el de Les Halle Central de París, obra de Víctor Baltard (1.853).


Gracias a los progresos técnicos, que permitieron elaborar planchas de vidrio muy resistentes, este material empezó a usarse junto con el hierro. Destacan los invernaderos como el del Jardín de Plantes de Rouhault (1.833). En España, la obra pionera fue el hoy desaparecido Gran Salón de los Campos Elíseos, en Barcelona, realizado en 1.833 por Oriol Mestres. Otras obra que se conserva en esta ciudad es el Mercado del Born, obra de J. Fontseré y J.M. Cornet.


En Madrid destaca la estación de Atocha, de Alberto de Palacio.


El siglo XIX es también el siglo de las exposiciones universales para conocer los avances técnicos, comerciales y artísticos del momento. La primera exposición universal se hizo en Londres, en al año 1.851, y se convocó un concurso para hacer el edificio que iba a albergar dicho evento. Ganó Joseph Paxton (1.801-1.865), un experto constructor de invernaderos. El edificio era desmontable y se podía hacer de manera rápida y con bajo coste porque las piezas se realizaban en serie.
Para la construcción del Crystal Palace intervinieron herreros, vidrieros y carpinteros, además del arquitecto-ingeniero que lo diseñó.
File:Crystal Palace1.jpg

Su éxito fue muy importante y todos los países que organizaron exposiciones posteriores lo imitaron.
En la exposición de Nueva York en 1.853 se levantó uno muy similar.
Las exposiciones universales se sucedieron por Europa y América, destacando la de París (1.855), Viena (1.873), Barcelona (1.888) Madrid (1.894)...
De todas, la más importante fue la de París de 1.889, que coincidía con el centenario de la Revolución Francesa. Se hizo una exposición Campo de Marte, formado por un conjunto de pabellones entre los que destacaba la "Galería de las máquinas", proyectada  por Louis Dutert y el ingeniero Víctor Contamin.
File:CLC 528 - PARIS - Galerie des Machines.JPG

Pero sin duda, la obra más importante de esta exposición, y que todavía perdura, es la Torre Eiffel, obra del arquitecto del mismo nombre.



La torre es una estructura que pesa  de unas 10.100 tonelada. Está formada por 18.000 piezas de hierro y que necesitó 2,5 millones de remaches para mantenerse en pie.
Su planta se dibuja en un rectángulo virtual cuyos vértices son los cuatro pilares de grandes dimensiones sobre los que se apoyan cuatro arcos también gigantescos.
Los progresos en la siderurgia del siglo XIX y la resistencia de los nuevos materiales habían hecho posible su construcción, impensable años antes.

En España, el máximo representante de la arquitectura del hierro y cristal fue Ricardo Velázquez Bosco (1.843-1.923), autor del Palacio de Cristal del Retiro, en Madrid.
File:Parque del Buen Retiro PalacioCristal03.jpg

EL URBANISMO DEL SIGLO XIX.

La Revolución Industrial provocó un éxodo rural que, a su vez, provocó el desarrollo urbano.
En las ciudades industriales surgió la necesidad de hacer nuevas viviendas a precios asequibles, por lo que edificaron viviendas insalubres, sin luz, con espacios mínimos...
Estos problemas, unidos a la revolución de los transporte y a la necesidad de favorecer la circulación por la ciudad, hicieron necesario la puesta en marcha de medidas urbanísticas para remodelar y ampliar las ciudades.
Aparecen así los modelos urbanísticos utópicos que pretenden construir modelos alternativos a las ciudades industriales. 
El galés Robert Owen (1.777-1.858) propuso la organización de trabajadores en comunidades de unas mil doscientas personas integradas en aldeas donde se distribuyera de forma clara y ordenada los edificos públicos, las viviendas, las zonas de producción y de jardines. Se le considera un socialista y utópico y padre de cooperativismo. Este es su proyecto de ciudad utópica, New Harmony (Indiana, EE.UU.), según ideó en 1.838. Su proyecto de sociedad utópica fracasó.

File:New Harmony by F. Bate (View of a Community, as proposed by Robert Owen) printed 1838.jpg

El francés Charles Fourier (1.772-1.837) creó los falansterios como forma de hábitat comunitario.  En ellos vivirían no más de  1.600 personas en un espacio con dependencias públicas y privadas, conectadas por calles interiores.




Otro francés, el filósofo Ethienne Cabet (1.788-1.856) planteó un modelo de ciudad construida sobre un punto geométrico, atravesada por un río, con espacios verdes, fábricas y hospitales a las afueras, y con separación de calles para peatones y vehículo. Creó un movimiento, el de los icarianos, llevando a un grupo de emigrantes a EE. UU. para crear una nueva sociedad. Todas sus colonias reciben el nombre de Icaria.
Todos estos modelos no funcionaban en la práctica.  En realidad, las mejoras que hicieron en las ciudades fueron por razones higiénicas, debido al hacinamiento y a las infecciones de los barrios de las clases más pudientes.
El primer proyecto de reforma urbanística que se llevó a la práctica fue el del barón Geoge Eugene Haussman (1.809-1.891) en París. Fue un encargo de Napoleón III y consiguió, en dieciséis años una ciudad nueva, dotada de alcantarillado, alumbrado, jardines y con unas grandes avenidas que atravesaban la ciudad medieval y que comunicaban la ciudad medieval con todos los puntos neurálgicos de la ciudad. Trazó 165 km. de nuevas vías, derribo manzanas enteras respetando los monumentos más importantes.


Haussman tuvo una importante influencia dentro y fuera de Francia.
En España, siguiendo este ejemplo, tenemos al ingeniero Carlos María de Castro (1.810-1.823) que hizo el ensanche de Madrid, siguiendo el plano ortogonal.

En  Barcelona, el ensanche fue obra de Ildenfonso Cerdá (1.816-1.876), con plano de damero atravesado por diagonales. 





También hay que destacar el proyecto de "Ciudad Lineal" de Arturo Soria (1.844-1.920) en Madrid.

                                                     
E.E.UU. LA ESCUELA DE CHICAGO.

Estados Unidos rechazó la escuela historicista.
Chicago es la ciudad pionera de la auténtica arquitectura racionalista y utilitaria. Un gran incendio devastó la ciudad en 1.871. Se hizo necesario reconstruir la ciudad porque era un importante centro comercial. Para ello, se desechó la madera y se utilizó el hierro y el hormigón armado. Se levantaron oficinas, viviendas, hoteles, almacenes...
Para aprovechar al máximo los solares y debido a la especulación, surgió una nueva forma de construir: el rascacielos. Otros factores que ayudaron a su proliferación fueron el descubrimiento del ascensor y, sobre todo, la introducción de estructuras de armaduras metálicas, que permitían subir pisos sin necesidad de hacer unos pilares excesivamente gordos abajo.

Louis Henry Sullivan (1.856-1.924) es el pionero. En su obra la funcionalidad se impone a la estética. Sus construcciones logran conjugar verticalidad y proporcionalidad, además de suprimir practicamente la ornamentación, lo que le convierte en precedente del racionalismo del siglo XX.
Entre sus obras más destacadas está el Auditorium de Chicago, construida junto a Dankmar Adler.
File:Auditorium Building Chicago June 30, 2012-92.jpg
Se realizó entre 1.886 y 1.890. El edificio integraba un teatro, un hotel y unas oficinas. Fue el primer éxito de la fructífera sociedad entre Adler y Sullivan, que se prolongaría hasta 1.885. Adler se encargó de las soluciones artísticas y técnicas, mientras que Sullivan  se encargó de la organización compositiva y estética.
La fachada, presidida en su parte baja por grandes arcos de inspiración románica, está estructurada a partir de  líneas claras y simples. No tiene decoración, lo que le da un sentido de de uniformidad.
Otros rascacielos de Adler y Sullivan son  en Wainwrigth Building de San Luis (Missuri)




y el Guaranty Building de Búfalo (estado de New  York)
 
Los almacenes Carson, Pirie y Scott de Chicago es la obra más representativa de Sullivan. Se edificó en 1.899. Este edificio liso de acero y cristal supone el verdadero inicio de la concepción verticalista de la arquitectura, precursor de los rascacielos del futuro.

File:Carson Pirie Scott building, Chicago, Illinois - Louis Sullivan.jpg
La planta baja y el primer piso se diferencian claramente del resto. En los pisos siguientes, Sullivan solucionó los inconvenientes del ritmo repetitivo con un tratamiento unitario que subraya las divisiones verticales y las contrapone a las líneas horizontales del "zócalo" inferior y del ático superior.
Otros arquitectos de esta escuela son William Le Baron Jenney, Daniel Hudson Burham y John Root.

William Le Baron Jenney (1.832-1.907) realizó el Leiter Biulding de Chicago en 1.879. Este edificio está sustentado sobre un armazón de metal, con lo que los muros exteriores quedan libres y permiten abrir grandes ventanales.

File:Leiter II Building.jpg
También hizo el Home Insurance Buildig, de doce plantas. Este es el primer edificio de Chicago hecho sobre un esqueleto completo de metal.


http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/38/Home_Insurance_Building.JPG

Daniel Hudson Burham y John Root  realizaron el edificio más alto del viejo Chicago, el Realiance Building (1.890-1.895). Es una torre de vidrio y cerámica blanca.

                                                                        
Otra obra de Burham es el  Flatiron de New York.
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/c3/Edificio_Fuller_(Flatiron)_en_2010_desde_el_Empire_State_crop_boxin.jpg

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