martes, 30 de junio de 2009

La pintura barroca italiana: Michelangelo Merisi, Caravaggio

Las características de la pintura barroca son las mismas que las de la escultura del periodo.
El naturalismo y el realismo impulsan a representar lo deforme, el dolor, e incluso cadáveres en putrefacción.
Se representan las glorias celestes, los mártires en el momento del tránsito. Esto origina composiciones espectaculares en las que el cielo se carga de luz angelical y se ornamenta con aperturas de nubes.
Hay que destcar la importancia vital de la luz y los contrastes de luces y sombras.
Es en el barroco cuando se logra el dominio de la perspectiva aérea (= atmósfera que envuelve a los objetos, esfumando las líneas convergentes, eliminando los límites de la forma, color…).
La Técnica por escelencia es el óleo sobre lienzo y frescos en las bóvedas.
La figura más destacada es Michelangelo Merisi, Caravaggio.
Su corriente realista o naturalista es la reacción al manierismo, y se contrapone con la corriente clasicista de los Carracci y la escuela de Bolonia.
Utiliza luz artificial para construir la forma, convirtiéndose en la protagonista del cuadro. Presenta acusados contrastes de luces y sombras.
Para sus cuadros utiliza personajes reales, de la vida diaria que utiliza como modelos.
Su actividad artística, corta pero intensa, abrió el camino a la pintura de género, especialmente a las naturalezas muertas.
Su obra es dramática y violenta. Rechaza en mundo clásico por tratarse de un mundo poético que nos aleja de la realidad.
Sus cuadros están dirigidos hacia el realismo y la verdad.
Tiene dos fases:
a) Juvenil: hasta 1.597.- su pintura está llena de luz y fondos claros. Entre las obras de este periodo destacan “descanso en la huida a Egipto”, “Magdalena” y “Baco”.


b) Desde 1.597, concentra su obra en el aspecto colorístico y plástico. Configura plenamente el tenebrismo: sitúa un único punto de luz fuera del lienzo y concentra el interés luminoso en lo que le interesa resaltar. El resto está en penumbra. Los protagonistas de los cuadros son gente del pueblo, que coge. Entre las obras más destacadas de esta etapa están “El entierro de Cristo”, “La conversión de S. Pablo”.


Su obra gustó más a las minorías cultas que al hombre de la calle.


Estas son otras obras suyas.

"La vocación de San Mateo".

"LA muerte de la Virgen"